En estos días en los que el tiempo empieza a nublar, incluso a caer buenas gotas de lluvia, estaba informandome sobre aspectos que debía poner a tener en cuenta, para aquellos que no tenemos pistas cubiertas donde jugar, y queremos quitarnos ese mono de padel.
No obstante, desde otras webs amigas como Ppadel.com y DoblePared.com, todo queda dicho, así que os pongo textualmente sus indicaciones que siempre nos ayudarán a Jugar Mejor en días de lluvias.
Desde DoblePared.com:
Afortunadamente el padel, al ser la mayoría de pistas de césped artificial, lo podemos practicar con lluvia prestando atención a un par de cosillas.
Afortunadamente el padel, al ser la mayoría de pistas de césped artificial, lo podemos practicar con lluvia prestando atención a un par de cosillas.
Lo principal es la seguridad. Al contrario de lo que pueda parecer, con las primeras gotas, o con una lluvia que no llega a caer con fuerza, el problema es que la pista de pádel deja de resbalar. Esto implica que las rodillas sufren bastante, pues es común llegar a muchas bolas resbalando y ahora no podemos. Debemos correr con pasos firmes, frenando a pasitos cortos, sin intentar resbala, que los pies se nos quedan pegados al piso. Cuando ya ha caído bastante agua es otra historia, la pista empieza a resbalar mucho y ahora hay que tener cuidado con no deslizar más de lo que queremos…
Otro problema viene de la bola. La bola coge agua y se pone muy pesada. Puede llegar a pesar el doble. Además cuando bota desliza, por lo que el bote es mucho mas rápido habrá que agacharse más de lo que estamos acostumbrados y tendremos menos tiempo de preparar. Lo que debemos hacer es armar el brazo un poco menos que con el terreno seco, para estar preparados a la velocidad que coge la bola y hacer el movimiento con mayor aceleración del brazo. Esto es por el peso de la bola, que ahora tendremos que jugar más fuerte para llevar la pelota a los mismos sitios que sin lluvia. En el rebote de pared pasa lo mismo que con el suelo, la bola va a mayor velocidad por lo que hay que estar muy atento. Si jugamos en cristal la cosa se complica, en las paredes laterales coge mucha velocidad y cuando toca la de fondo va directa al suelo (jugar al pádel con lluvia en cristal es prácticamente imposible…).
También tendremos en cuenta que la pala se moja y pierde adherencia. Por esto con lluvia los goles deben ser planos nada de cortados ni efectos. Sería importante que nuestro grip estuviera en buenas condiciones, porque también se moja y si no está bien en cada golpe se nos moverá la pala, cosa fatal para la buena ejecución del golpe.
Vaya mala suerte, ha llovido y la moqueta está mojada, pero vamos a jugar, ¿alguien lo duda? Esto fue lo que hablamos la semana pasada tras las lluvias tan necesarias aquí por el sur que originaron aplazamiento de torneos.
Como sabemos que las bolas van a empaparse, van a pesar como melones; el que la moqueta esté mojada va a hacer que el trabajo de piernas también se incremente ya que el bote muchas veces va a ser menor y más rápido; y si jugamos en cristal, los rebotes en este pueden sorprendernos muchas veces.
Sigamos el orden, aunque sea una pachanga de amigos, tenemos que calentar correctamente ya que el trabajo físico será mayor. Primero con movilidad articular y después algo de carrera continua, algunos cortos estiramientos y no seáis vagos que lo contrario puede pasar factura.
Durante el peloteo de calentamiento tenemos que conseguir tener controlado la diferencia del bote respecto a un día con pista seca.
Hay que corregir nuestra posición en bolas con mucho efecto y profundas ya que botan menos, casi salpican así debemos flexionar más, bajar mucho para poder golpear con solvencia.
Al estar las bolas mojadas, resbalan sobre la pala por lo cual los golpes como dejadas o blandos y con efecto tienen más dificultad. Especialmente en las voleas debemos sujetar fuertemente el puño ya que la bola pesa más de lo acostumbrado y puede girarnos la empuñadura.
Pero el mayor peligro está en los rebotes en el cristal ya que si la bola lleva ángulo, resbala en este y se desvía de la trayectoria lógica. Por lo que debemos usar un bote pronto y no dejar que llegue esa bola lenta que habitualmente sacamos fácil tras el rebote en el fondo.
Los golpes contrapared deben ser mas suaves, especialmente el la contrapared lateral. Y dejo para el último la doble pared, esta es la que varía más. Si entra lateral-fondo el efecto desaparece y puede salir paralela al cristal lateral con lo que si no corregimos la situación podemos quedarnos desubicados y “tragarnos” la bola si salimos dando giro o quedarnos demasiado lejos si buscamos la distancia de espaldas.
Una táctica muy práctica es conseguir en ataque mandar bolas que lleguen a los cristales y preferentemente cruzadas y en defensa usar mucho bote-pronto para evitar lo anterior.
Un partido así puede servirnos para hacer una prueba muy válida de si nos sirve una pala con peso bajo, veremos que nos va a poner en más de un aprieto la falta de peso cuando no es el adecuado.
Estas situaciones son muy diferentes en muro, el cual no se ve tan afectado como el cristal en estas condiciones.
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