En el pádel, como en todos los deportes de equipo, son muy importantes las conductas, los pensamientos y las emociones. Que una pareja continúe jugando junta por mucho tiempo, depende de muchos factores que bien se podrían asemejar al funcionamiento de un matrimonio.
Una de las cosas primordiales es la comunicación. Hay muchas parejas de pádel que se han roto por falta de comunicación, por eso es importante hablar dentro y fuera de la pista, asumir errores y tratar de corregirlos en forma conjunta. Tener confianza para hablar con el compañero, animarse mutuamente, celebrar los triunfos son algunas de las acciones concretas que contribuyen a conservar la pareja deportiva.
Otro aspecto a tener en cuenta son los objetivos. Los objetivos y valores de ambos jugadores deben estar en sintonía para evitar conflictos, de ahí la importancia de que exista una gran afinidad motivacional y, sobre todo, compañerismo.
Si alguno de estos puntos falla, ya sea por desgaste o por incompatibilidad, la mejor solución es el “divorcio”. Es recomendable acabar la relación en el pádel antes de que las cosas empeoren, ya que la vida en el deporte es larga y es normal que tenga sus idas y vueltas (como la vida misma, claro). A lo mejor dentro de un tiempo, los objetivos vuelven a ser compatibles y ambos jugadores deciden retornar como pareja.
Ganemos o perdamos, debemos tener siempre un comportamiento correcto y educado. Sería conveniente no poner mal a nuestro ex-compañero, ya que el no ir por el mismo camino no debe ser causa para criticarlo. El respeto y la tolerancia, ante todo.
Fuente: Dropshot.es
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