JUGAR CONTRA RIVALES SUPERIORES

A priori, jugar contra rivales muy superiores en un torneo, es un fastidio porque la experiencia nos dice que nuestro lugar en el partido es perder. Pues bien, sabiendo que no tenemos presión, y que si perdemos, no nos vamos a decepcionar a nosotros mismos, ni a nadie, tenemos algo a nuestro favor, si además nos preguntamos, ¿Que pasaría si al rival le plantamos cara durante el partido? La presión para ellos aumentaría.

Por lo tanto, vemos que no solo vamos a jugar sin presión por ganar, sino que los rivales están jugando con la presión de que deben ganar o ganar. Por lo que, si planteamos un buen partido y con un poco de suerte, conseguiremos que se desmoronen psicológicamente y jueguen muy por debajo de su nivel.

Nuestros consejos para plantar cara a este tipo de rivales son:

• Debéis alcanzar el máximo de concentración desde la primera bola hasta la última, luchando todas las bolas al máximo con actitud ganadora.

• No mostrar en ningún momento actitud de enfado o de descontento, los rivales no deben ver flaqueza psicológica en nosotros. Animar al compañero cuando falle y felicitarle en sus aciertos.

• Pensar que no hay nada que perder pero mucho que ganar, por lo que la presión la tienen los contrarios que tienen la victoria firmada.

• Tácticamente, se debe ser muy agresivo, subir a volear rápido, golpear los smash con fuerza y jugar al límite todas las pelotas con la intención de presionar más. No hay que dejar entrar en ritmo al rival.

• Hay que plantear un partido desordenado y caótico, buscando la sorpresa, que el rival no se encuentre cómodo jugando contra nosotros. En otra situación, se debe jugar de forma ordenada pero en este caso lo único que conseguiríamos es: perder seguro y alargar la agonía. Es mejor perder rápido pero con la posibilidad de dar la sorpresa, antes que jugar ordenado y tardar más en alcanzar una derrota segura.

• Hay que intentar llevar un marcador parejo desde el principio, para que todo lo que hemos visto anteriormente les juegue en contra. Si consiguen ventaja y juegan cómodos, la única esperanza consistirá en esperar el momento en que los rivales tiendan a relajarse para intentar una reacción que empareje el partido y aprovechar el posible fastidio de los rivales por haberse confiado anteriormente.

No os conforméis con hacer un buen papel, hay que luchar por ir a por el partido.